Tutoría externa y Acompañantes

Acompañar a estudiantes con necesidades de apoyo en el aula es una tarea compleja que va más allá de lo pedagógico, ya que implica atender aspectos emocionales, familiares y motivacionales. Mientras el acompañante externo facilita la inclusión y adapta las propuestas escolares a cada alumno, la tutoría externa ofrece un espacio de orientación y contención integral, abordando desafíos que exceden el aula. El trabajo articulado entre ambos roles, junto a la escuela y la familia, enriquece el acompañamiento y fortalece la red de apoyo, demostrando que la colaboración interdisciplinaria es clave para el desarrollo y bienestar de los estudiantes.

Lic. Rocío stafichuk

6/13/20252 min read

El acompañante externo o Acompañante Personal No Docente

Acompañar en el aula a un niño o niña con necesidades de apoyo es una tarea profundamente desafiante y valiosa. Implica sostener la singularidad de un alumno en un contexto colectivo, mediar entre sus formas de aprender y las propuestas escolares, y construir día a día puentes entre su subjetividad y la dinámica institucional. En provincia de Buenos Aires conocemos este rol como Acompañante Externo, mientras que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se lo conoce como Acompañante Personal No Docente.

En este recorrido, muchas veces surgen situaciones que exceden el aquí y ahora del aula: dificultades vinculares, desorganización emocional, desmotivación, conflictos con las normas, desafíos familiares o falta de proyección a futuro. Son momentos donde el acompañante puede sentirse solo o limitado en sus posibilidades de intervención. Y es allí donde la figura de la tutoría externa puede convertirse en una aliada fundamental.

La Tutoría externa

La tutoría externa es un dispositivo que ofrece un espacio de escucha, orientación y sostén más allá del aula, pensado para trabajar con el estudiante de manera más integral y sostenida. A diferencia del rol del acompañante, que está centrado en lo pedagógico y conductual, el o la tutora externa puede abordar otros aspectos de la trayectoria: estrategias para re-pensar por fuera del espacio aula tiempo escolar, poniendo en juego estrategias de aprendizaje que aborden desde técnicas de estudio, soportes de estudio, estrategias de motivación entre otros.Esto enriquece el trabajo en equipo.

La importancia del trabajo interdisciplinario

Cuando se establece un trabajo articulado entre acompañante y tutor/a, se potencia el acompañamiento. Se pueden compartir observaciones, pensar estrategias en conjunto, detectar momentos de crisis o avance, y garantizar mayor coherencia en las intervenciones. Además, la tutoría externa brinda un espacio de referencia para la familia y puede oficiar de nexo con la institución, fortaleciendo la red que sostiene al niño o niña.

En un escenario educativo cada vez más complejo, donde los desafíos que enfrentan los estudiantes se entrelazan con múltiples dimensiones de su vida, trabajar en equipo se vuelve indispensable. Invitar a pensar en la tutoría externa como una herramienta complementaria no es quitar valor al rol del acompañante, sino todo lo contrario: es reconocer que acompañar bien, muchas veces, también es saber con quién caminar. Teniendo en cuenta también, que quienes pueden ocupar el rol de Acompañante Externo pueden ser: Acompañantes terapéuticos, psicólogos, profesoras de educación especial y psicopedagogas. Es por esto muy importante, trabajar en conjunto con el tutor, ya que aportando cada uno desde su rol y disciplina, puede resultar muy enriquecedor.

Tener objetivos en común, compartir miradas, intercambiar herramientas, de eso se trata el trabajo interdisciplinario. Lograr una articulación con la escuela, AE, tutor, dejará grandes huellas en cada niño/adolescente.

Lic. Rocío Stafichuk - Psicopedagoga